Manuela Carmena

La sombra de la censura sobre ArcoMadrid 2018

La sombra de la censura sobre ArcoMadrid 2018

Un año más ARCO genera polémica, en esta ocasión se ha retirado una obra por orden de IFEMA, dejando en evidencia en qué manos está el arte contemporáneo en este país.

La obra en cuestión es ‘Presos políticos en la España contemporánea’ de Santiago Sierra, artista de gran prestigio que en 2010 rechazó el Premio Nacional de Artes Plásticas, uno de esos artistas que mete el dedo en la llaga. Volverá a la carga. Lo triste es que no estemos hablando de la calidad de lo que se expone sino de algo tan grave como es la censura pura y dura. Como siempre en estos casos, los que defienden los actos de censura hablan del oportunismo del artista, que rápidamente vendió la obra.

Se puede discutir sobre la calidad o intenciones de artistas y galeristas a la hora de elegir las obras que van a llevar a las ferias, el arte contemporáneo se nutre del escándalo demasiadas veces, o para realizar una denuncia o simplemente por puro marketing.

Sin necesidad de entrar a dilucidar cuáles han sido realmente las intenciones de Santiago Sierra, eso es otro debate, y las de su galería, la prestigiosísima Helga de Alvear, ha dejado al descubierto el control que se ejerce desde el poder sobre el arte, y de paso ha puesto en una situación comprometida al director de ARCO, Carlos Urroz, que ha declarado su malestar y disconformidad por lo ocurrido. Y YA.

Toda esta historia a nosotros nos pilló allí, visitando la feria el primer día. Los periodistas de las televisiones rondaban la pared vacía con fotografías de la obra en la mano. Los pasillos, mientras tanto, estaban atestados de gente que visitaban los stands como si nada.

Muchos son los medios de comunicación, nacionales e internacionales, que se han hecho eco de la censura sin paliativos al que se ha visto sometida una organización que presume de ser punta de lanza del arte iberoamericano, nos gusta a los españoles presumir de libertad de expresión, de nuestra apertura al mundo exterior, con nuestras playas, nuestras paellas, las tapas, el buen rollo español, nuestras «relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor»…

Una intervención así no beneficia la imagen que proyectamos al exterior, demuestra una enorme ignorancia no sólo por el efecto contrario que provoca, sino, sobre todo, porque puede tener consecuencias en cuanto a la atracción de coleccionistas, galeristas e inversores se refiere. Estas tonterías pueden dinamitar el esfuerzo que se lleva haciendo desde hace unos años para convertir a ARCO en una referencia a nivel internacional, dañando seriamente su prestigio.

Lo triste es que no estemos hablando de la calidad de lo que se expone sino de algo tan grave como es la censura pura y dura.

Es la estupidez superlativa de la clase política española, que se debate entre la urticaria que les provoca las obras de arte contemporáneas y el dinero y gente guay que atrae. Pero que como esto del arte no es cosa del pueblo llano y además está completamente aletargado, atiborrado de soma hasta las cejas, noqueado por los golpes de la crisis (provocada por los mismos sinvergüenzas que se están cargando los servicios públicos), deterioro de la educación, manipulaciones mediáticas, pues no les importa arriesgarse a perder prestigio internacional haciendo una auténtica paletada al más puro estilo Fraga en su etapa de ministro franquista y pasando la tijera por las ramas que más pinchan. Hasta en Sudamérica nos tienen que estar viendo con asombro.

Pero el problema, el principal problema, no es la imagen que se da al exterior, ya de por sí deteriorada por los casos clamorosos, vergonzosos de corrupción política que no acaban con los verdaderos responsables en la cárcel, ni por la forma de arreglar el problema de Cataluña, a hostia limpia. No. Ya sabemos cómo actúa esta chusma, herederos directos de acre olor a alcanfor del más rancio caciquismo franquista. Se enfadaron mucho hace unos años cuando Eugenio Merino metió a un Franco empequeñecido hiperrealista en una máquina de Coca Cola y lo colocó en Arco, fue el escándalo del año, algunos pusieron el grito en el cielo, parecía que el cadáver del dictador después de cuarenta años sería ya sólo polvo y huesos, pero no, permanecemos en un perpetuo luto en el que el muerto aún huele. No pueden disimular sus orígenes.

El verdadero problema, como decía, es que después de ocurrir algo tan grave, no haya dimisiones, manifestaciones de artistas, galerías o visitantes. No sólo ingrávidos comentarios de disconformidad, sino desplantes (a excepción de la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena, que mostró su rechazo y no acudió a la inauguración con toda la cohorte de reyes y ministros). ¿Por qué los «performancers» no han hecho algo allí, in situ? Ahora cojo, y en vez de poner mi mierda de instalación insulsa y sin sentido, agarro todas las papeleras del pabellón, le pongo un cartel encima con la palabra ARTE bien grande, me alío con todos los artistas que encuentre por ahí que también han llevado mierdas similares a la mía, juntamos nuestras mierdas de obras y las papeleras y hacemos una bonita cremà en el pasillo central del pabellón. Podrían haberle echado un par de narices, digo yo. Tienen todo tan bien atado que nadie se atreve a mover un dedo. Hay algo mucho peor que la censura, y es la autocensura por el miedo, es el gran logro del capitalismo.

ARCO es un mercadillo donde la gente chinchorrea, regatea y finalmente se va para casa con su compra, satisfecha de haber pillado un chollo o disgustada porque alguien le comentó después que lo que compró no tiene recorrido a largo plazo. Pero aquí no hay calderilla, hay mucho dinero.

Tienen todo tan bien atado que nadie se atreve a mover un dedo. Hay algo mucho peor que la censura, y es la autocensura por el miedo, es el gran logro del capitalismo.

¿Para qué coño sirve entonces el arte contemporáneo? ¿Para colocar vasos de agua de 30.000 euros?

Esto está ocurriendo paralelamente a la ausencia de manifestaciones en las calles por la corrupción sangrante de los políticos, por la manipulación en los medios, por la Ley Mordaza, por la destrucción intencionada de las pensiones, por la precarización intencionada de los salarios… Nos ponen entre la espada y el borde del abismo para que no podamos mover ni un dedo sin despeñarnos.

Al final los datos oficiales están ahí, un año más, éxito de ventas, más visitantes que el año anterior, y parece que el mercado del arte poco a poco se va recuperando. ARCO, ese mercadillo de ricos y nobles para ricos y nobles que utiliza un espacio público que es IFEMA (gestionado por la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento, la Cámara de Comercio y la Fundación Obra Social y Monte Piedad de Madrid), que preside un poderoso empresario del aluminio llamado Clemente González Soler y que pagamos los que no somos ni nobles ni ricos.

Cada vez estoy más convencido de que el verdadero arte está en la calle, no en estos espacios.

Ojalá el arte español tuviera la capacidad no sólo de incomodar al poder sino también de cambiar las cosas, pero estamos tan, tan lejos de eso.

Espero que los organizadores de ARCO tengan en cuenta la máxima de que es importante que se hable de uno aunque sea mal. Por las acreditaciones del año que viene, digo.

Publicado por jesusfnavarro en Arte, Exposiciones, Post, 0 comentarios
El sexo en el arte y la religión como arma de censura

El sexo en el arte y la religión como arma de censura

La exposición GenitArte, centrada principalmente en torno al sexo de la mujer, tuvo un efecto incendiario en las redes sociales a raíz de titulares de medios conservadores como: «La exposición de coños que ha montado Carmena en un centro cultural lleno de niños» publicado por Periodista Digital. A continuación podéis ver algunas muestras de la exposición organizada por la Fundación SEXPOL:

Imágenes de la exposición GenitArte cedidas por la Fundación SEXPOL

No recuerdo de qué manera llegó a mi muro de Facebook la noticia sobre el artículo, creo que a través de una persona de mi grupo de amigos que le dio un Me Gusta a un comentario. Así de fácil se propagan las noticias, aunque no sean rigurosas, aunque sean falsas. Según el medio, una exposición dedicada al sexo en un centro cultural de Madrid provocaba la indignación de unos padres que, escandalizados por lo que mostraban los dibujos, forzaban su cierre.

Decidí informarme, y contacté con la Fundación SEXPOL, organizadora, junto con el centro cultural. Según ellos, «la exposición se retiró bajo el único motivo de dar espacio a otra exposición ya prevista», «no ha recibido ninguna queja en relación a la exposición ni su contenido: aún hoy no disponemos de información oficial de que estas hayan ocurrido».

¿Y entonces a quién creemos?

Vamos a ir paso a paso y averiguar antes qué es la Fundación SEXPOL. Se trata de una organización benéfico-social dedicada enteramente a la sexualidad humana, fundada en 1984 y que actualmente colabora con universidades y organismos públicos como el Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales o de Trabajo, Ayuntamientos, etc. Realizan programas sociales de «Prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual, Embarazos No Deseados y Terapia Psicosexual y de Pareja», entre otros, dando charlas en institutos y cuentan con un servicio de información sexual a través de un teléfono gratuito. Hacen una labor de investigación a través de su Departamento Científico, y de divulgación, participando, entre otras cosas, como expertos en programas de la televisión pública.

¿Y Periodista Digital? Bueno, un medio digital cuyo director es Alfonso Rojo, antiguo corresponsal de guerra y ahora más famoso como tertuliano, por sus polémicas intervenciones. Por poner un ejemplo, en una ocasión le echaron del plató de televisión de La Sexta Noche, por llamar «gordita» a la que ahora es alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Juzgad.

Dibujo Shunga de Katsushika Hokusai, 1814

Dibujo Shunga de Katsushika Hokusai, 1814

Yo tengo mi propia opinión: Hacía tiempo que no leía un artículo tan tendencioso, manipulador, y también, según las informaciones que nos han dado desde SEXPOL y que nos parecen más verosímiles, tan mentiroso. Aunque ya me voy acostumbrando, porque hasta medios tradicionales y supuestamente serios, han pasado descaradamente por la piedra del indecoro formal o estético en la elaboración de sus artículos. Ya ni siquiera tratan de maquillar de falsa rigurosidad las informaciones manipuladas, y a menudo se pueden leer titulares que cuentan una cosa para hablar de lo contrario cuando entras a leer el artículo completo. Cosas de internet. Con tal de tener visitas todo vale, y hay gente con una capacidad increíble para tragarse cualquier cosa.

Después de leer semejante titular que lo mezcla todo: «coños», «niños», «sexo», «política», (ya sólo nos faltarían gatitos), es decir, un conglomerado de palabras clave que atraen visitantes, no me extrañan los comentarios de la gente en Facebook. Es devastador el efecto que produce un titular.

Pude leer cosas como (literal): «Esto si les parece cultura a los de podemos…», «Carmen a que estas muy viejecita», «La vieja chocha esta y sus esbirros. Vaya tela», «… en vez de mandarlos a cine manda al tus niños a un putero para hacer sus practicas educativas..», «Pero la culpa no es de carmena y de su cupula, la culpa la tiene tod@s los incult@s que han votado a estas gentuzas», «Tía guarra.eso es cultura? Su cara lo dice todo,guarraaaaaa».

¿Cómo?

Son sólo algunos ejemplos, (disculpad, son tan ofensivas las palabras como las faltas de ortografía y desde luego mucho más ofensivas que las imágenes de la exposición). Pero hay muchos más, casi todos en la misma línea, de una agresividad nada contenida, de una violencia verbal exacerbada. Personas normales, algunas incluso mayores, abuelas y abuelos que cuelgan fotos suyas con sus nietos jugando, o paseando por la playa.

¿Cómo es posible que se genere tanta violencia por algo tan inofensivo? El sexo no hace daño a nadie y es necesario si queremos ver niños bonitos jugando en el parque con sus abuelitos. Sexo, que no pornografía como apuntan muchas personas en las redes sociales. Según la RAE, pornografía es una «presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación». Muy enfermo tienes que estar para excitarte con estos dibujos, y tampoco veo esa intencionalidad en ellos.

Hosoda Eishi, 1790

Dibujo Shunga de Hosoda Eishi, 1790

¿Qué hubiera pasado si el titular hubiera sido: «El Ayuntamiento de Madrid organiza, junto con la Fundación SEXPOL, una exposición en la que se trata de reflexionar sobre lo que representa el sexo en nuestra sociedad. La muestra incluye dibujos simbólicos realizados por los propios alumnos de la Fundación en los que cada alumno muestra su propia visión del sexo»? Me atrevo a decir que la información habría pasado totalmente desapercibida.

Según la información que nos han mandado desde SEXPOL, la exposición tenía el siguiente propósito:

GenitArte es una colección de representaciones simbólicas de los genitales de nuestro querido alumnado, (…) incluye contenidos orientados a que el propio alumnado reflexione sobre la sexualidad propia y ajena, sus diferentes contextos, dimensiones, diversidades y capacidades. En esta línea el alumnado expresa de forma artística sus propios genitales, su significado o su relación con ellos. (…) El objetivo de esta actividad se basa principalmente en que nuestra sociedad, aun hoy, mantiene equivocadamente ocultos los genitales. Desde la sexología es una certeza que su ocultación no genera más que ignorancia al respecto y (…) deja via libre para que prejuicios, mitos y tabúes se acepten y mantengan, (…) pudiendo afectar negativamente a nivel biológico, psicológico y social. Es por esto que la educación sexual de la sociedad pasa por la eliminación de todos los tabúes, ofreciendo información objetiva sobre los cuerpos, siempre en un contexto de libertad personal y respeto.

Por todos es sabido que el sexo es incómodo para una parte importante de la sociedad. En la historia del arte los artistas han tenido que echar mano de la imaginación para que sus obras no fueran censuradas. Pero no es menos cierto que el sexo está presente desde los comienzos del arte, se han encontrado pinturas rupestres en cuevas de España, Francia y Portugal que muestran coitos, bulbas, falos, tríos, masturbaciones, sexo oral,… El hecho de que estén representadas en las paredes de las cuevas, y que tengan un carácter marcadamente erótico, indica que ya en las primeras manifestaciones constatadas del ser humano como tal, el sexo era algo más que la mera reproducción de la especie, era además algo lúdico, divertido, y estaba integrado en la propia cultura de las sociedades paleolíticas, y son siempre un signo de prosperidad.

Dibujo erótico de Picasso

Dibujo erótico de Picasso

En la Grecia Clásica estaba plenamente aceptada socialmente la homosexualidad y la prostitución, existen muchas representaciones pictóricas en objetos cotidianos como vasijas. Temas reprimidos salvajemente en la Edad Media a base de «fogatas» y artilugios terribles, y que actualmente todavía están «mal vistos» por obra y gracia de la Santa Madre Iglesia.

El Renacimiento y el Barroco son épocas de constantes referencias al sexo y desnudos integrales, a pesar de la influencia Eclesiástica en las producciones artísticas, ocultas tras símbolos mitológicos griegos y romanos.

Desde el siglo XVII, en Japón se desarrolló una corriente artística llamada Shunga, en la que se da rienda suelta a todo tipo de actividades sexuales entre las que se representan escenas de sexo explícito. Las imágenes, libres de tabúes y de una gran belleza estética, no dejan lugar a la imaginación.

Pablo Picasso y otros artistas contemporáneos suyos coleccionaban piezas de Shunga y fueron fuente de inspiración en sus respectivas obras. El sexo, e incluso la pornografía, fueron temas recurrentes en su obra. Realizó cientos de dibujos, sobre todo en su última etapa.

Robert Mapplethorpe, Jeff Koons, Juan Francisco Casas, son conocidos ejemplos de artistas que utilizan el sexo en su obra, pero la lista es interminable.

Desde luego que en el debate se podría incorporar también la idea de que el artista tiende a menudo a buscar el escándalo para atraer la atención, pero también es cierto que si dentro de la sociedad el sexo fuera admitido de una forma más natural, no habría sitio para el escándalo, y de esta manera el foco se centraría en otros temas. Se convierte en escándalo sólo cuando se muestra algo que debería permanecer oculto, según unas normas morales establecidas. La razón de que la sociedad de por hecho que el sexo es algo que debe permanecer oculto, lo determina la propia sociedad dogmatizada por la mano férrea de los gobiernos que usan su mejor arma para manejar a la población: la religión.

Dibujo erótico de Klimt

Dibujo erótico de Klimt

Recientemente, el presidente Iraní Hasan Rohani, junto a un séquito de ministros y empresarios, en una visita oficial a Roma, hizo tapar todas las esculturas de los Museos Capitolinos porque su desnudez le resultaba ofensiva, contraria a su religión. En ese momento no se vio con buenos ojos que los dirigentes italianos cedieran ante un musulman, pero claro, había mucho dinero en contratos en juego. Por desgracia, el enfado no ocurrió por la ofensa hacia nuestro exquisito gusto por el arte ni por nuestra occidental idea de la libertad, sino por una cuestión del odio irracional que provocan las religiones, que tienen tanto poder sobre la población como para hacer que personas se autoinmolen en un autobús, mezquita, plaza, da igual.

En ésta sociedad machista e hipócrita nos permitimos criticar al vecino por sus actos mientras nosotros hacemos lo mismo en casa. Dejamos que obispos y cardenales, que son esos señores con esos trajes tan raros, tan alejados de la realidad, que no conocen el cuerpo de una mujer porque les está prohibido mantener relaciones sexuales con ellas, que desconocen lo que es el amor carnal, sean los que extingan el fuego de nuestros instintos y apetitos más naturales y hermosos, con estigmas terribles, para dejarles que aviven el fuego de nuestros prejuicios. Permitimos que tapen nuestras obras de arte con cajones, las guarden durante siglos en cámaras polvorientas o directamente las destruyan como se está haciendo en Siria. Todo el arte que se ha producido bajo el amparo de la religión ha tenido un fin adoctrinador, ni más ni menos, porque les importa un comino.

Decapitación de Oloferne. Juan Francisco Casas

Decapitación de Oloferne. Juan Francisco Casas

Quienes ahora critican de manera atroz a una alcaldesa, por una exposición que se organiza durante su mandato, siguen las doctrinas que, han sabido colocar los guardianes de la moral, como un cáncer, en estas inocentes personas normales que hacen la compra en el mercadillo de los jueves y se van de vacaciones en agosto a Gandía, y que acaban comportándose como energúmenos cuando ven una vagina dibujada con arena o macarrones. ¿Qué podrían llegar a hacer estas inocentes personas si en vez de vivir en la próspera Europa, vivieran en Siria o Palestina?

En la última edición de la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid, ARCO, que se celebró hace una semana, mi compañera y yo pudimos ver cómo había un gran espacio dedicado exclusivamente a los niños, un espacio patrocinado, por supuesto. En una feria de arte, no sólo no está prohibido el acceso a los niños, sino que se les anima a entrar con actividades lúdicas. Es un espacio público, subvencionado por el estado, y en ningún sitio he visto carteles que avisen de que dentro hay contenidos violentos y sexuales, que puedan ofender la sensibilidad del espectador.

Hemos hecho una selección de algunas de las obras que se han podido ver en las dos últimas ediciones de ARCO para que podáis compararlas con las de GenitArte.

¿Qué convierte a ARCO en un espacio idóneo para mostrar desnudos (literales, personas desnudas exhibiendo sus cuerpos, y representados), pornografía, escenas violentas, vísceras, e incluso instalaciones que pueden llegar a ser peligrosas, y un centro cultural no? ¿Acaso es el dinero que se mueve dentro, que lo justifica todo? ¿O es una cuestión de niveles sociales? La entrada a ARCO costaba 40 euros, por no hablar del precio de las obras. Es vergonzosa la doble moral que gastan algunos para justificar lo injustificable y encima ser los primeros en abanderar la libertad y la democracia.

Mientras existan intereses económicos y territoriales, ambición desmedida y egoísmo, ansias de poder y la crueldad del disfrute de humillar y hacer sufrir al débil, el arte, como la máxima expresión de la libertad, estará atado y bien atado con el cinturón de castidad de los integrismos religiosos. Siempre que no haya mucho dinero de por medio, claro.

 

Enlaces:

http://www.sexpol.net

http://www.periodistadigital.com/politica/partidos-politicos/2016/02/19/la-exposicion-de-conos-que-ha-montado-carmena-en-un-centro-cultural-lleno-de-ninos.shtml

http://www.diariocordoba.com/noticias/sociedad/arqueologos-estudian-sexo-erotismo-arte-rupestre_247031.html

http://www.elcultural.com/revista/arte/El-sexo-segun-Picasso/1458

http://elrincondemisdesvarios.blogspot.com.es/2012/06/los-dibujos-eroticos-de-klimt-el.html

 

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